Muy buenos días ZASCA

Hoy vengo preocupado, había escuchado hablar hace años de esta enfermedad y en vista de muchos casos que me están tocando de cerca, quiero hacer un llamamiento a todas las personas que después de leer este ZASCA puedan haber iniciado algún síntoma que les haga empezar a incubar esta enfermedad, o que en su entorno ya vea casos de personas infectadas y necesiten de tratamiento.

Como podréis comprobar conforme vayáis leyendo estamos ante un serio brote de BRONCEMICOS/AS y la alerta sanitaria que deberían empezar a lanzarse.

Sin más…

La «broncemia», etimológicamente es la “acumulación de bronce en la sangre”, una enfermedad mental grave que se da con gran frecuencia entre los políticos, empresarios, médicos, deportistas y otros miembros destacados de las élites. Los que la padecen, a medida que pasan los años y el bronce invade la corriente sanguínea, terminan creyendo que son estatuas de bronce que están situadas, por sus méritos y para admiración de todos, en las plazas y espacios públicos.

Un broncemico/a es un ser con altas dosis de soberbia, narcisismo exacerbado, egolatría, arrogancia y vanidad en cantidades industriales, estas personas tienen síntomas de perdida de visión de la realidad que les impide ser objetivos, sus opiniones y disertaciones son poco menos que “la palabra de DIOS”, su contagio es muy rápido, sobretodo se desarrolla en ambientes de poder, o en ecosistemas donde a estos enfermos y enfermas se les atribuye ciertos niveles de supuesta intelectualidad, o por sus puestos que desempeñan son considerados/as «líderes». Estar rodeado de broncémicos/as encierra un peligro notable. La adulación es una de las formas más destacadas y frecuentes de contraer la enfermedad, así como la falta de autocrítica y, por supuesto, de humildad.

Quien tiene poder, fama, dinero o muchos conocimientos incrementa su riesgo, cuando una cantidad inapropiada de bronce llega a la cabeza mediante la corriente sanguínea, el paciente empieza a pensar que su rostro merece ser esculpido y exhibido a la generación presente y a las sucesivas, dada la inconmensurable valía de sus aportaciones científicas, deportivas, empresariales, sociales o políticas.

Los primeros efectos que produce la acumulación de bronce generan en el paciente una serie de llamativas reacciones: pierde la sonrisa, no acepta los errores, se encierra en su soledad al tiempo que se aleja de los demás, ve a los otros de tamaño diminuto, rechaza el tuteo, desprecia los sentimientos, le da mucha importancia a las formas, viste de traje y corbata, se muestra displicente, mira a los demás por encima del hombro, no aprecia las cualidades ajenas, no es capaz de reconocer las cosas buenas que hacen los demás, nunca felicita a nadie…

Existen casos de broncemias prematuras, sobretodo en instagramers, youtubers, deportistas, así como pseudo-instagramers, pseudo-youtubers, pseudo-deportistas, que vienen a ser esos aspirantes que ya empiezan a oler a futuro broncemico/a, el bronce en estos casos es inyectado por likes y apariciones en público, haciendo creer al individuo que ocupa un púlpito social que le encumbra y que les hace incluso creer que levitan, fruto del bronce que ya empieza a correr por sus venas.

El enfermo de broncemia pasa por dos etapas:

  • La primera es el «Importantismo»: en la que el infectado por el metal se cree tan importante que nadie es mejor que él.
  • La segunda es la «Inmortalitis»: que sobreviene cuando el bronce ya ha invadido todo su ser, lo que le lleva a sentirse inmortal, un ser infinito situado por encima de la muerte y del tiempo.

Los síntomas más característicos del broncémico/a son tres:

  • La ”diarrea mental», la «sordera interlocutoria» y el «reflejo cefalocaudal». La «diarrea» le hace hablar sin parar, de cualquier tema, hasta de lo que desconoce, con solemnidad, escuchándose a sí mismo, como si hablara desde un púlpito a seres inferiores;
  • La «sordera» le impide escuchar y convierte al enfermo de broncemia en un ser desconectado de los que le rodean, incapaz de tener en cuenta diferentes puntos de vista.
  • El «reflejo cefalocaudal», por último, hace que el broncémico camine erguido, con la espalda rígida, con apariencia arrogante, como si fuera un Dios olímpico, quizás por acumulación de bronce en su columna vertebral.

Aunque la broncemia es una enfermedad antigua, casi tan vieja como el género humano, nunca se ha extendido tanto como en nuestro tiempo. Prácticamente todos los ciudadanos conocen a algún broncémico/a

Pero….. HAY CURA!!!!!!

La única medicina eficaz conocida contra la broncemia es el espíritu de servicio, el espíritu de servicio es una actitud hacia los demás, que nos impulsa a satisfacer los deseos y necesidades del otro. Ese espíritu opera como una vacuna infalible y evita la broncemia con una eficacia total.

También es recomendable ingerir grandes dosis de HUMILDAD y EMPATÍA, para eso es perfecto un par de vueltas por hospitales, tanatorios y el INEM, donde todo BRONCEMICO/A recibe una transfusión de sangre realista perfecta para curar su cerebro dañado.

Y si con esto todavía no es suficiente y es un caso muy grave, es recomendable copiar y pegarle este post con un…

NO CREES QUE DEBERÍAS MIRARTE ESTA ENFERMEDAD.

PD: recuerda, tu puedes salvar a un BRONCEMICO/A, utiliza el hastag #porunasociedadSINBRONCEMIA

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