Ahora se lleva mucho hablar del mindset.
Tienes a medio LinkedIn repitiendo como loros lo de “mentalidad positiva”, “vibra alta”, “cree en ti”…

Y luego los ves llorando porque el post no les ha cogido alcance, porque no vendieron lo que esperaban o porque alguien les dejó un comentario sin corazoncito.

Vamos a ver, criatura:
Si vas a hablar de mentalidad, al menos hazlo bien.
Hazlo como Oda Nobunaga.

Ese sí que entendía de mentalidad ganadora.
El primero con mindset de verdad, no de manual de autoayuda de gasolinera.

Oda y su legendaria moneda con trampa

Te pongo en situación:
Oda tenía menos soldados que la verbena de mi barrio.
Iba a enfrentarse a un ejército que le doblaba en número.
Sus hombres estaban acojonados.
Y entonces, ¿qué hace?

¿Les prepara un PowerPoint con métricas de esperanza?
¿Les pone un vídeo motivacional con música épica y frases de Paulo Coelho?

No.

Los lleva a un templo. Tira una moneda al aire. Sale cara. Y les dice: “Vamos a ganar. Los dioses están con nosotros.”

Spoiler: Ganaron.

Y cuando le preguntan cómo puede estar tan seguro… les enseña la moneda: dos caras.

Ese es el nivel.
Ese es el mindset.
Eso es ser un estratega, no un quejica con perfil profesional y fondo motivacional.

Mientras tanto, los otros…

Tú conoces a esa otra gente.
Yo también.

Los que antes de que abras la boca ya están frunciendo el ceño.
Los que al escuchar una idea nueva solo piensan en cómo NO funcionaría.

Los que te preguntan si tienes un plan B… cuando ni siquiera han entendido el plan A.

Los que tienen un máster en apagar fuegos que aún no han empezado.

Los cenizos, los tristes, los profetas del NO.

Y si no los conoces, mala noticia: es probable que tú seas uno.

La diferencia entre ganar y perder no está en los datos. Está en el pecho.

Tú puedes tener un Excel perfecto.
Una estrategia brillante.
Un equipo de lujo.

Pero si tienes alma de derrotado…
ya has perdido antes de empezar.

En cambio, si tienes un equipo de Gente Oda, si tú eres Oda…
entonces la batalla ya está ganada.
Porque la peleas con otra actitud.
Porque sabes que vas a ganar.
Porque vas a hacer que pase.

Y eso, créeme, contagia.

La gente Oda no necesita estadísticas.
Necesita convicción.

Yo quiero (y entreno) Gente Oda

La mayoría de personas que llegan a mí para conocer el sistema Mamuts vs Halcones llegan igual:
Con cara de “esto no es para mí”,
Con frases tipo “mi sector es distinto”,
Con el clásico “yo ya lo he probado todo”.

Y luego hablamos.

Media hora después, les tiembla el café.

A la hora, ya están sudando.

Y lo mejor es cuando sueltan la frase más habitual:
“ME CAGO EN LA PUTA…”

Porque se les ha roto algo por dentro:
su vieja mentalidad.

Y eso, aunque duela, es lo mejor que les puede pasar.

Así que ahora dime tú:

¿Vas a seguir tirando monedas al aire esperando una señal?

¿O vas a hacerte una con dos caras y salir a ganar como Oda?

Porque las excusas ya aburren.
Los “ya lo intenté” huelen a rancio.
Y los pesimistas… los dejo para los clubes de lectura de fracasos.

Yo voy con los que brillan.
Con los que entran en la batalla convencidos de que el universo conspira…
porque ellos ya lo han conquistado antes de empezar.