#diariodeunmentor Cuando los consejos de «otros»… arruinan tu negocio

por | 29 Oct, 2025 | Uncategorized

“Papá, ¿no ves las noticias? Hay una crisis terrible. Estás loco si sigues comprando ese pan caro para los perritos.”

Esta frase —o una parecida— la han escuchado cientos de emprendedores a lo largo de su camino.

Solo que no se la dice un hijo economista.

Se la dicen:

  • Un cuñado con soluciones para todo.

  • Un gurú de YouTube con fórmulas mágicas.

  • Un excompañero que nunca emprendió, pero opina como si hubiese montado Google.

Y tú, como el hombre de la historia, empiezas a ceder.


La historia del emprendedor que se dejó asesorar hasta quebrar

Un hombre sin estudios de negocios. Sin leer periódicos. Sin seguir gurús.

Tenía una cosa: pasión por su producto. Y una clientela que lo amaba por eso.

Buenos ingredientes. Buena atención. Ganas de mejorar.

Todo iba bien. Hasta que llegaron los consejos.

Su hijo, economista, le dijo:

“Papá, hay crisis. Baja la calidad. Ahorra en pan. Ahorra en salchicha. No pongas carteles. No grites en la calle. No hagas tanto esfuerzo.”

Y el padre, como buen hombre obediente… hizo caso.

¿El resultado?

Las ventas cayeron.

El negocio quebró.

Y el hijo se sintió orgulloso: “Menos mal que te avisé de la crisis.”


Bienvenido al club de los emprendedores mal asesorados

¿Te suena familiar?

“Ese precio es muy alto, nadie te va a comprar.”

“Con ese enfoque no vas a escalar.”

“No pongas tanta energía en algo tan simple.”

“Baja el gasto, baja la calidad, baja el ritmo.”

El problema no es que te den consejos.

Es que tú, como el padre de la historia, los escuches sin filtrar.


¿Qué hacer con los consejos?

1. Mira el historial del consejero

¿Ha montado algo? ¿Ha vendido? ¿Ha fracasado?

Si no lo ha hecho… ¿por qué te dejas influenciar?

2. Recuerda quién arriesga

El que arriesga eres tú. El que pone el cuerpo eres tú.

El que se juega el negocio eres tú.

Entonces, ¿por qué alguien externo tendría más poder de decisión que tú?

3. Evalúa el consejo, pero no lo obedezcas automáticamente

Pregúntate:

  • ¿Este consejo mejora el producto o solo reduce esfuerzo?

  • ¿Este consejo viene del miedo o de la estrategia?

  • ¿Este consejo lo daría alguien que de verdad ama lo que yo estoy construyendo?

4. Protege tu esencia como si fuera tu activo más valioso

Porque lo es.


El coste real de hacer caso a todos

No es solo que bajes la calidad.

Es que pierdes clientes, confianza, marca, reputación, energía.

Y lo peor: pierdes la conexión con lo que te hizo especial al principio.

Así que la próxima vez que alguien te diga:

  • “No gastes tanto en eso.”

  • “No te esfuerces tanto.”

  • “Cambia esto, reduce aquello…”

Respira. Y piensa:

¿Me están dando un consejo o me están desarmando?

Porque un mal consejo te puede costar un negocio.

Y cuando quiebras por seguir consejos mediocres, lo único que puedes decir es:

“Tenían razón. Estamos en crisis.”

Pero la crisis no era externa.

Era interna.

Era tu miedo de dejar de hacer lo que te funcionaba.


¿Quieres que tu negocio sobreviva?

Escucha a todos.

Haz caso a pocos.

Y sobre todo, cree más en tu criterio que en el ruido de alrededor.

Porque si tú no cuidas tu negocio… nadie lo va a hacer por ti.

Comparte esta entrada en:

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Verified by ExactMetrics