¿Cuánto vale tu empresa de verdad? (Y por qué la mayoría lo calcula mal)
Muchos empresarios creen que su negocio vale lo que dice su cuenta bancaria.
Otros creen que el valor está en el stock, en los metros cuadrados de su oficina o en cuántos empleados tienen en nómina.
Y luego están los que entienden que el verdadero valor de una empresa se mide con métricas reales y no con suposiciones felices.
Si quieres saber cuánto vale tu negocio (o el de alguien más), aquí tienes las métricas que de verdad importan.
1. Ingresos y rentabilidad (pero no te engañes con el número grande)
📌 Facturación: Sí, es importante, pero no te confundas. Facturar mucho sin margen de ganancia es como decir que comes mucho pero sigues con hambre.
📌 Beneficio neto: Lo que realmente queda después de pagar todo. Este número sí que importa.
📌 Margen de beneficio: Si tienes que facturar un millón para ganar 10.000€, estás en problemas.
Los números grandes pueden impresionar, pero si los márgenes son una miseria, estás construyendo un castillo de arena.
2. Flujo de caja (o el oxígeno de tu negocio)
📌 Cash flow operativo: El dinero que entra y sale en tu actividad diaria. Sin esto, no hay negocio.
📌 Liquidez: ¿Cuánto dinero tienes disponible si mañana explota todo?
📌 Ratio de deuda: Si debes más de lo que generas, más que un empresario eres un equilibrista sin red.
Puedes tener grandes ingresos en papel, pero si el dinero no está disponible cuando lo necesitas, estás en una trampa financiera.
3. Activos y pasivos (o lo que tienes vs. lo que debes)
📌 Activos tangibles: Oficinas, stock, maquinaria. Lo que puedes tocar.
📌 Activos intangibles: Marca, reputación, base de datos, clientes fieles. Lo que no se ve, pero mueve el negocio.
📌 Pasivos: Todo lo que debes. Si los pasivos te ahogan, tu empresa es un barco con agujeros.
Cuantos más activos tengas y menos debas, más vale tu empresa.
4. Coste de adquisición de cliente (CAC) y valor de vida del cliente (LTV)
📌 CAC: ¿Cuánto te cuesta conseguir un cliente nuevo?
📌 LTV: ¿Cuánto dinero te deja cada cliente a lo largo del tiempo?
Si te cuesta más conseguir un cliente de lo que te deja, estás comprando problemas en lugar de construir un negocio.
5. Crecimiento y estabilidad (o si tu empresa es un cohete o una bomba de relojería)
📌 Crecimiento de ingresos: ¿Sube cada año o te estancaste en la nostalgia del éxito pasado?
📌 Diversificación de ingresos: ¿Dependes de un solo producto o tienes varias fuentes de ingreso?
📌 Retención de clientes: Si la gente te compra una vez y nunca vuelve, algo estás haciendo mal.
Una empresa sana no solo vende, sino que crece de forma sostenible.
¿Y ahora qué?
Si no mides tu negocio con estas métricas, no sabes realmente cuánto vale.
Puedes seguir engañándote con el número de empleados o con lo grande que es tu oficina…
O puedes empezar a evaluar tu empresa como lo hacen los que de verdad juegan en primera división.
La pregunta es: ¿Tu empresa es un activo valioso o un castillo de naipes?
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