#diariodeunmentor Emprendedores del mundo… Recuperad vuestra dignidad: dejad de hacer el payaso para convencer a quien no os merece

por | 30 Sep, 2025 | Uncategorized

En serio, ya vale.

Si llevas más de tres reuniones, cinco llamadas y un PDF con tu propuesta solo para ver cómo un cliente “lo piensa con calma”, te tengo malas noticias:

No eres su proveedor.

Eres su entretenimiento.

Un emprendedor con potencial haciendo malabares para captar la atención de alguien que ya decidió que no va a comprarte.

Solo que no te lo dice porque le divierte el espectáculo.

Y lo peor no es que no te compre.

Lo peor es que te hace perder el tiempo.

Ese tiempo que deberías estar dedicando a alguien que sí cree en ti.

Alguien que valora lo que haces.

Alguien que no necesita que te pongas una nariz roja para firmar.

¿Por qué insistes?

Porque confundes marketing con suplicar.

Porque crees que insistir es ser perseverante.

Y porque tu ego necesita que ese escéptico diga que sí para sentir que vales.

Pero no, amigo.

Eso no es estrategia.

Eso es prostituir tu dignidad empresarial por una palmadita en la espalda.

Te estás perdiendo lo bueno por perseguir lo imposible

Mientras tú haces el payaso para un escéptico:

– Otro posible cliente que sí te valoraba… se ha ido a buscar a alguien que le atienda.

– Otro colaborador que sí quería trabajar contigo… se ha sentido ignorado.

– Otra oportunidad real… ha pasado de largo porque estabas ocupado “convenciendo”.

Y tú, con la dignidad por el suelo, mirando el teléfono a ver si te responden ese “lo vemos y te decimos algo”.

No eres vendedor.

Eres voluntario en el circo emocional de alguien que ni siquiera aplaude.

Dignidad empresarial: eso que nadie te enseña pero todo el mundo percibe

Una marca sin dignidad es una marca sin poder.

Una empresa que se arrastra es una empresa que no inspira respeto.

Y si tú no respetas tu propio trabajo, ¿por qué debería hacerlo otro?

Porque aquí no hablamos de autoestima.

Hablamos de estrategia.

De foco.

De decisiones que marcan si cierras el mes con resultados o con excusas.

¿Quieres cambiar esto?

Apunta, grábalo y ponlo en un post-it:

Deja de intentar convencer a quien no te merece.

– Si alguien no ve tu valor, sigue.

– Si alguien duda después de que te hayas explicado bien, sigue.

– Si alguien necesita verte bailar, hacer monerías y regalar tu trabajo… corre.

Porque lo que pierdes no es solo un cliente.

Es tu foco.

Tu energía.

Y, sobre todo, tu reputación.

Un consejo de mentor (de los que duelen pero curan)

Cada minuto que gastas con un escéptico…

…es un minuto que no inviertes con un creyente.

Y los negocios no se construyen con escépticos.

Se construyen con aliados.

Con clientes comprometidos.

Con colaboradores que empujan, no que dudan.

Así que hoy, aquí, en este punto exacto de tu camino…

Recupera tu dignidad.

Bájate del escenario.

Quítate el disfraz.

Y vete donde te vean por lo que eres.

Porque fuera hay gente esperándote con respeto.

Con ganas.

Con presupuesto.

Pero primero, tú tienes que dejar de hacer el payaso…

…para empezar a liderar.

Comparte esta entrada en:

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Verified by ExactMetrics