#diariodeunmentor Los 3 «momentum» clave que marcan las grandes diferencias.

por | 14 Oct, 2025 | Uncategorized

Hay errores que cuestan dinero.

Otros que cuestan reputación.

Y luego están los errores de timing

…que cuestan TODO.

Porque da igual lo bien que lo hagas,

si lo haces en el momento equivocado.

Lanzas una idea brillante… y nadie la compra.

Te lanzas a emprender… y el mercado revienta.

Inviertes en algo… y tres meses después todo cambia.

¿Te suena?

Pues bienvenido al momentum.

Momentum: ese superpoder silencioso que separa a los buenos de los mejores

Todo el mundo habla de estrategia.

De liderazgo.

De herramientas.

De mentalidad.

Pero casi nadie habla del cuándo.

Y ahí es donde los empresarios con experiencia marcan la diferencia.

Porque entienden algo que muchos ignoran:

El valor de una decisión no está solo en lo que eliges,

sino en cuándo la tomas.

Saber entrar: el arte de captar la ola

Entrar en un negocio no es una decisión racional.

Es una intuición afinada por años de calle, de análisis y de errores.

El que entra demasiado pronto… educa al mercado, pero no cobra.

El que entra demasiado tarde… se pelea por las sobras.

Pero el que entra justo cuando empieza la ola…

ese se la surfea de principio a fin.

Y no lo hace por suerte.

Lo hace porque está obsesionado con observar señales.

Ve lo que otros no ven.

Escucha lo que otros ignoran.

Y no espera a que sea obvio para actuar.

Saber mantenerse: el arte de no dormirte

El momentum no solo es para entrar.

También es para mantenerse despierto.

Muchos negocios mueren no por entrar mal…

sino por dormirse cuando ya estaban dentro.

El mercado cambia.

El cliente evoluciona.

La tecnología avanza.

Y tú sigues con los mismos procesos, el mismo producto, el mismo discurso…

hasta que te despiertas y ya es demasiado tarde.

Saber salir: la parte más jodida

Esta es la que más duele.

Porque implica dejar ir algo que funcionó.

Implica aceptar que el ciclo ha terminado.

Que lo que ayer fue brillante… hoy es una losa.

Salir a tiempo es un arte.

Requiere frialdad, lucidez, coraje.

Pero es lo que distingue a los que tienen negocios…

…de los que tienen lastres sentimentales con forma de empresa.

¿Y cómo se entrena este olfato?

No con libros.

No con vídeos.

No con frases motivacionales.

Se entrena con calle.

Hablando con el mercado.

Preguntando a los clientes.

Testando ideas rápido.

Fallando pronto y barato.

Escuchando más y opinando menos.

Se entrena con mentoría, porque un buen mentor no te dice qué hacer…

te entrena el instinto para que tú sepas cuándo moverte.

Se entrena con humildad, sabiendo que nadie lo acierta todo,

pero que cada acierto a tiempo te coloca años por delante.

¿Y tú, en qué momento estás?

– ¿Sigues forzando un producto que ya no tiene sentido?

– ¿Te estás perdiendo una oportunidad por miedo a lanzarte?

– ¿Estás esperando a que sea “el momento perfecto” que nunca llega?

Mira a tu negocio.

A tu sector.

A tu competencia.

A tu cliente.

Y pregúntate con brutal honestidad:

¿Estoy en el momento correcto…

o estoy en piloto automático?

Un consejo de mentor

Haz del momentum tu obsesión.

Que cada semana empiece con esta pregunta:

¿Qué señales estoy ignorando?

Y cuando dudes entre actuar o esperar…

piensa que quien se mueve con intuición afinada

le saca años de ventaja al que solo se mueve con seguridad.

Porque los negocios no los ganan los más listos,

los más rápidos, ni los más preparados.

Los ganan los que saben leer el momento exacto

y tienen el valor de moverse cuando los demás aún están pensando.

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