#diariodeunmentor Método MoSCoW: dónde se separan las inversiones de los caprichos.

por | 24 Sep, 2025 | Uncategorized

No, no vamos a hablar de rusos, vodka ni abrigos de piel.

Vamos a hablar de decisiones.

De esas que tomas cuando ves una herramienta, un curso, un coworking bonito o una cámara 4K y piensas:

“Esto me va a ayudar a vender más.”

Y la realidad es que no.

Eso te va a ayudar a sentirte ocupado. A entretenerte. A procrastinar con clase.

Por eso hoy te traigo un sistema que uso yo mismo, que explico en sesiones y que deberías tatuarte en el alma si tienes una empresa: MoSCoW.

Pero… ¿Qué carajo es MoSCoW?

Es un método para priorizar sin llorar.

Viene del mundo del software, pero en los negocios sirve como navaja suiza: para decisiones de inversión, lanzamientos, contrataciones y hasta si te compras otro micro de podcast o no.

MoSCoW es un acrónimo con 4 niveles de prioridad:

  • MUST (Debo hacerlo sí o sí)

  • SHOULD (Sería bueno hacerlo)

  • COULD (Podría hacerlo… pero meh)

  • WON’T (No lo voy a hacer… por ahora)

Y si no sabes colocar tus ideas y tus gastos en esta matriz, vas a acabar como muchos: sin cash, sin clientes y con un arsenal de herramientas que no usas.

El test real: ¿Qué pasaría si mañana no pagas eso?

Vamos al grano. Te doy ejemplos con cada categoría.

MUST: Lo que mantiene vivo el sistema

Aquí entra lo esencial. Lo que, si desaparece, te jode el negocio.

  • Tu gestor fiscal.

  • La herramienta que envía tus correos de venta.

  • El freelance que gestiona tus campañas.

  • El servidor donde corre tu ecommerce.

  • El equipo que hace entregas a tiempo.

Esto no se cuestiona. Se paga. Se cuida.

Si hace falta, recortas en café, pero esto no se toca.

SHOULD: Lo importante… pero no urgente

Aquí están las mejoras. Las que aceleran o afinan.

  • Automatizaciones que te ahorran tiempo.

  • Formación que potencia lo que ya haces.

  • Delegar tareas que te quitan foco.

¿Son importantes? Sí.

¿Necesitas implementarlas hoy? No siempre.

Pero debes tenerlas en el radar y asignarles fecha.

COULD: Los caprichos disfrazados de necesidad

Esta es la zona peligrosa.

  • Una nueva cámara cuando la antigua graba de sobra.

  • Rediseñar el logo por cuarta vez.

  • Pagar por acceso a herramientas premium que no usas.

  • Una web “más moderna” cuando aún no vendes con la actual.

Aquí caen muchos. Porque confunden ego con estrategia.

Creen que parecer más pro les hará ganar más.

No. Te hará más pobre y más ocupado.

WON’T: Lo que pospones sin miedo

Todo lo que no te acerca a tus objetivos de forma directa y demostrable, va aquí.

  • Cursos eternos.

  • Masterminds que son charlas de café con PowerPoint.

  • Mentores que prometen libertad financiera… sin mostrar facturas.

  • Reuniones donde se decide… nada.

El “WON’T” no es negativo. Es liberador.

Es la forma elegante de decirte:

“Esto no es lo que toca ahora. Y no pasa nada.”

¿Por qué esta técnica funciona tan bien?

Porque te obliga a pensar fríamente.

A usar la cabeza y no la emoción.

A actuar como empresario, no como fanático de las herramientas.

Te da una regla simple:

¿Esto me ayuda HOY a avanzar… o solo me hace sentir mejor?

Y esa pregunta, bien usada, puede ahorrarte miles de euros y años de frustración.

Ejercicio para aplicarlo hoy

Abre tu Excel o tu app de gastos.

Haz una lista de TODO lo que estás pagando en tu negocio.

Ahora clasifícalo con MoSCoW:

  • MUST: Lo que mantiene vivo el sistema.

  • SHOULD: Lo que mejora sin ser esencial.

  • COULD: Lo que podrías quitar hoy y no pasa nada.

  • WON’T: Lo que deberías haber pospuesto hace meses.

Y toma una decisión con cada ítem. Una real.

No una de esas que escribes en la libreta bonita y olvidas mañana.


Consejos para no autoengañarte

  1. Haz este ejercicio con otra persona.

    Tu ego justifica demasiado bien lo innecesario.

  2. Repite el análisis cada mes.

    Lo que hoy es MUST puede pasar a SHOULD o incluso WON’T.

  3. Pon alarmas en tus suscripciones.

    Si no sabes cuándo se renuevan… te van a cobrar de por vida.

  4. Recuerda que el gasto silencioso mata.

    No por el importe. Por la acumulación.

  5. Invierte en lo que da ROI, no dopamina.

    Un micro nuevo no sustituye una oferta de ventas.

    Un logo nuevo no sustituye llamadas a clientes.

La mayoría no se arruina por gastar en algo grande.

Se arruina por no saber decir NO a las cosas pequeñas que no suman.

El sistema MoSCoW no es una moda.

Es una forma de pensar.

De decidir.

De priorizar como un empresario real.

Si quieres tener una empresa sana, rentable y libre de adornos innecesarios…

Empieza por aquí.

Y la próxima vez que digas “esto me va a ayudar a crecer”…

revísalo con MoSCoW.

Porque a veces, lo que crees que te empuja…

es justo lo que te frena.

Comparte esta entrada en:

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Verified by ExactMetrics