«Groucho Marx: “Señorita, ¿se acostaría usted conmigo por un millón de dólares?.
Ella responde: “Por supuesto”
Groucho Marx: “¿Y por un dólar?”
Ella responde ofendida: “¿Qué se cree usted que soy?”
Groucho Marx: “Eso ya ha quedado claro, ahora estamos negociando el precio”.
Dedicado a todas la personas del mundo que se venden por un plato de lentejas, por cantos de sirena y sobretodo por vendedores de humo profesionales, para vosotros no habrá gloria más allá de un sueldo, unas historias insufribles para vuestros nietos y el poco riesgo que supone jugar siempre en partidos fáciles, porque vuestra «venta» de ideales, sueños e ilusiones por unos cuantos euros, vuestra sumisión y servidumbre os convertirán en muertos vivientes.
Ahora apartate de mi camino, no dejaré que pierdas un sólo segundo argumentando teoremas de «mierda» de como hay que hacer las cosas, de lo correcto, de jugar sobre seguro, de no crear, de seguir la cola, de pintar sobre las líneas del dibujo, de seguir las normas de un país enfermo por la falta de pasión, de riesgo y de creatividad.
En tu vida vuelvas a enviarme un mensaje diciendo que no puedes con los Lunes, que odias ir a trabajar, que es un suplicio y que sólo vives de Viernes a Domingo, te has vendido amigo mio, tú que eras el compañero más creativo de la clase, un talento emergente al cual le han comido la cabeza, la televisión, las amistades borrachas de alcohol y secas de ideales, no vuelvas a insultarme con tus historias de pagos de hipotecas, gastos y demás, ni tus tonterías de que la sociedad te empuja…
Ahora espero que sea la última vez que tengas dudas conmigo, en tu vida vuelvas a preguntarte que no sabías si comentarme si lo que estabas pensando estos últimos días era una idea «loca», en tus ojos demostraste que no te vendes, ni regalas tus sueños y que dentro de ti nace un talento que esta desesperado por salir, pero tus acciones te delatan, si realmente quieres hacer ese proyecto, estaré encantado de escucharte, de apoyarte y de conseguirlo a tu lado, por muy mal que salga, al menos habrás intentado conseguir algo diferente y eso es motivo suficiente para tirarme de cabeza contigo..
Mientras, el mundo se comprará-venderá al mejor postor, y tu «yo» interior te tocará los huevos, sabiendo que te estas vendiendo de nuevo.
El día que tengas el suficiente coraje para darlo todo, entonces y sólo entonces te prestaré toda mi atención.
Para terminar:
«Lo malo de que todas las personas que se ponen precio, es que muchas veces las ven como ofertas low cost, mientras sus talentos mueren de ganas por florecer»