Muy buenos días ZASCA

Ayer hablaba con un amigo sobre las quejas continuas de muchas personas, tanto clientes, compañeros, empleados, proveedores y de que como la queja se ha vuelto en el “modus operandi” de mucha gente, los típicos;

“es que…, no me valoran…., no tengo,…. esto no es lo que,…. siempre es igual, no me dejan…”

la lista de excusas y quejas es infinita, da igual el sector, empresa, deporte, administraciones, negocios,…

Hay tantas excusas como personas en el mundo, y ojo con aquellas que son una fabrica de generación de excusas y quejas ( que suelen venir en Pack)

Hoy para este ZASCA he traído dos en uno, por un lado un cuento y por otro la foto que podéis ver, que narra a la perfección lo que es no poner excusas y no quejarse, una historia que se convirtió en viral gracias a las redes sociales. En la instantánea se ve a Carlos André dos Santos Lopes de espalda, cargando la característica caja térmica de las entregas de comida de Uber y apoyado en una muleta. La fuerza de la imagen sensibilizó a un vecino del edificio que se quedó un largo rato observando al joven y admirando su actitud ante la vida, antes de subir la foto a Instagram.

No se si este chico de Brasil se leyó el cuento que ahora vais a leer, me da la sensación que no le hizo falta…

Para si que es necesario para otras personas ( que quizás no seáis vosotros/as) aunque seguro que después encontrarán otra(s) excusa(s) para no moverse ni hacer nada, total aunque el clavo duela;

“Un Hombre va de visita a casa de un amigo y cuando entra al comedor se encuentra con el perro de su amigo. El perro es grande, fuerte, pero está quejandose y llorando.

El visitante pregunta a su amigo, “¿oye, que le pasa a tu perro, parece enfermo?”,
No te preocupes, le dice el amigo, este perro es muy perezoso.

Los dos amigos se sientan a relatar sus viejas historias, mientras que el animal continúa quejándose, ante lo cual el visitante inquiere de nuevo a su amigo y le dice, “me sabe mal por tu perro, ¿porque no lo llevas al veterinario?”, el hombre le contesta nuevamente, “no te preocupes, es que este perro es perezoso”.

El visitante inquieto por la misma respuesta, le pregunta “oye ¿por qué dices todo el rato que este perro es perezoso?, yo lo que veo es que está enfermo y que está sufriendo”, entonces el amigo le dice:

“Mira lo que le pasa es que lleva sentado encima de un clavo toda la mañana, sé que le duele y  por eso se queja y se queja, pero no ha querido mover el culo de su sitio, porque con todo y clavo, se siente cómodo y ya se ha acostumbrado a su sufrimiento”.

Y aquí viene una metralleta de preguntas ZASCA!!

  • ¿En cuántos clavos has estado sentado a lo largo de tu vida, y no has hecho nada por remediarlo?
  • ¿Cuántas situaciones de este tipo se te presentan a diario en tu vida y te quedas en la queja… sin intentar moverte para que termine la molestia?
  • ¿Cuánto más te tiene que doler tu situación para que hagas algo al respecto?
  • ¿Cuánto más te tiene que doler ese clavo en el que estás sentado para que te puedas quitar?
  • ¿Hasta cuándo vas a esperar para tratar de hacer algo por cambiar esa situación?
  • ¿Será que a veces te acostumbras al clavo y te resulta más cómodo quejarte que intentar el cambio?

PD: Amigo, lo importante no es el número de perros ( metafóricamente hablando) que hay millones, sino empezar a buscar y captar (porque hay muy pocos) a repartidores que demuestran que no hay excusas ni quejas.

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