Muy buenos días ZASCAS!!!

Cuando apenas quedan dos telediarios para acabar este 2019, creo que no sería justo terminarlo sin agradecer a todo lo que me ha «salido» mal este año, siempre solemos valorar si un año es bueno o malo en función de las cosas/momentos/personas que han «salido» bien, y es lo más normal, quizás soy un poco raro…

Pero en mi entorno siempre digo que no todo el éxito es el resultado esperado, es casi todo lo contrario, hoy he querido centrarme en lo impostor que puede ser valorarnos por los resultados buenos, en vez de concentrarnos en lo importante, que es el «proceso» para lograrlos, pues el proceso al fin y al cabo será lo que nos dará la mayor satisfacción posible, el saber que hemos puesto en nuestro intento por lograr un objetivo todo lo mejor de nosotros.

Porque vincular nuestro éxito al resultado puede ser un suplicio, pues hay millones de variables que intervienen en la consecución de un objetivo, a la hora de trazar un plan de acción, debemos concentrarnos en aquellas variables que podemos dominar, realizando un ejercicio de autoresponsabilidad, sabiendo que siempre habrá comportamientos de terceros, cambios de variables, pronósticos que fallan y expectativas que por H o por B no se cumplen.

Es vital saber cuales deben ser aquellas áreas a las que más debemos prestar atención y aceptar con resignación las que no dependen de nosotros y que por supuesto no deben perturbar nuestra manera de hacer.

El motivo de este Zascas es una reflexión que hice en 2016 y que esta semana al recomendar la película EL GUERRERO PACIFICO he querido rescatar. Cuando lo escribí, mi amigo acababa de ser rechazado y se sentía abatido, dejo sin tocar una coma todo lo que le publiqué y  que por cierto me agradeció entre lágrimas.

Esta reflexión (no todo el éxito es el resultado esperado) la quiero dedicar  a un amigo que por desgracia o por suerte después de pasar más que satisfactoriamente todas las pruebas no ha sido admitido en el cuerpo de los mossos de escuadra, me sirve para ayudar a otras personas que dejan de valorarse cuando algo en lo que han puesto mucho esfuerzo y ganas no sale como pretendían.

Mi amigo que es un gran luchador y muy inteligente se centró en dominar el mayor número de variables que dependían de su esfuerzo, capacidad y habilidad, estudiando el temario, trabajando su cuerpo para las pruebas físicas, preparando las entrevistas….. se concentró en todas aquellas variables que SI dependían directamente de su dedicación, en su caso rozando la obsesión.

Pero claro hay otras muchas más variables que no dependen de él, por ejemplo el número limitado de personas que entran, “gustar” a los examinadores, personas que optan al mismo puesto y que pueden estar más preparadas….. confió en la suerte de las variables que NO dependían de él.

La idea principal es centrarse en lo más importante; EL PROCESO, sabiendo que los resultados muchas veces son un enigma y que no podemos valorarnos según hayan sido (más si no son como esperábamos), porque al final somos el esfuerzo que realizamos para superar los obstáculos lo que nos hacen crecer, nuestra autoestima NUNCA depende del resultado obtenido, siempre y cuando sepamos que hemos dado todo lo que teníamos y que nos hemos concentrado en aquellas variables que si dependían de nosotros.

Aprende, mejora y recuerda que es el camino(PROCESO), lo que te hará crecer, ese siempre tiene que ser tu verdadero objetivo.

Imposible explicarlo mejor que en la siguiente escena de esta increíble película.

 

Y la pregunta ZASCA del día

¿Cuánto tienes que agradecer este año? ¿A cuántas personas tienes que agradecerles que te hayan fallado? ¿ Cuántos proyectos tienes que agradecer que al final no salieron como esperabas? ¿ Cuántas piedras encontrarás en la cima?

 

 

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